Querida esposa: En los últimos momentos de mi vida te dirijo estas letras en señal de despedida para que las guardes como recuerdo de quien en vida tanto te ha querido. Muero por haber defendido una vida de la que no estoy arrepentido por creer que es la más justa; como trabajador que he sido me puse al frente de los de mi clase para defender nuestros intereses, y por este solo motivo me fusilan, ni soy el primero ni el último que cae por defender a los suyos, (-pero- tachado) nuestra sangre no se derrama en balde. Junto conmigo pierde la vida por malos antecedentes fundados en odios personales la pobre de tu madre, los culpables de toda esta tragedia cargan con la responsabilidad de lo que han hecho y el remordimiento de conciencia no les dejará vivir. Cuando puedas abraza a tu hermano y le dices que tanto tu madre como yo nos hemos acordado de él en los últimos momentos, resignados los dos con lo que pasa por nosotros, y procurad ser hoy más hermanos que nunca. A nuestras queridas hijas procura educarlas todo lo mejor que puedas y cuando a ellas te unas les dices que su padre ha muerto, pero que nadie podrá tildarle de ladrón ni de asesino. No tengas rencor con nadie, que tarde o temprano pagarán sus culpas, si no en la tierra lo pagarán en la otra vida. Recibe el último abrazo que por medio de este papel te manda tu Enrique
Queridas hijas: En los últimos momentos de mi vida os escribo estas letras en señal de despedida. La fatalidad ha querido que yo deje de existir solo por haber tenido un ideal, cosa que no me avergüenza ni me arrepiento de ello, por este motivo matan a vuestro padre, pero vosotras podéis ir con la cabeza muy alta y no avergonzaros por nada; nadie podrá deciros que vuestro padre ha sido asesino ni ladrón, que es la única tacha que repugna a todo ciudadano. Os ruego seáis buenas y respetéis a todos cuantos os protejan, que nunca tengan en verdad que decir nada de vosotras, solo que sois honradas en todos los conceptos. Conservad estas letras como recuerdo para siempre, (espacio) Ser unidas las cuatro y no os disgustéis nunca, tened presente estas palabras en todos vuestros actos. Hasta la eternidad, queridas hijas, un abrazo para todas de vuestro querido padre Enrique Marco http://www.galeon.com/murcia1939/aficiones1123607.html
Copiado de un comentario en el siguiente blog donde también están estas cartas [...] La verdad es que la carta no tiene desperdicio, y es una lástima que debido al garrulismo propio de aquellas tierras, no esté colgada del propio Ayuntamiento (que es DONDE DEBERÍA estar). [...] Me sumo a la opinión
Más en blog "La pistola de Larra" http://lapistoladelarra.blogspot.com/2006/08/antes-de-ser-fusilado.html
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