El Estado de Israel cumple 60 años

El Estado de Israel cumple 60 años con todas las heridas regionales abiertas
El 14 de mayo de 1948 fue proclamada la independencia, pese al rechazo árabe al Plan de Partición de la ONU

EP 14-05-2008

Israel cumple hoy sesenta años como Estado independiente. Culminando un proceso histórico que, al margen de las reminiscencias bíblicas, había comenzado a finales del siglo XIX con el nacimiento de sionismo. El 14 de mayo de 1948 David Ben Gurión proclamaba el nuevo Estado de Israel, pocos meses después de que la ONU aprobara un Plan de Partición para Palestina que, pese a sus aparentes buenos propósitos, no pudo evitar el eterno conflicto entre árabes y judíos que ha marcado la corta pero intensa historia de este país.

La región había pertenecido al Imperio Otomano. Al final de la Primera Guerra Mundial, cuando Palestina pasó al control británico por mandato de la Sociedad de las Naciones, la gran mayoría de su población era árabe musulmana o cristiana y los judíos, aunque mayoritarios en algunas ciudades como Jerusalén, apenas contaban con 80.000 habitantes.

Fue bajo el protectorado británico que, en cumplimiento de la Declaración de Balfour de 1917, comenzó un proceso de atracción de judíos que permitió a esta comunidad alcanzar, en 1939, la cifra de medio millón de habitantes, con la consiguiente hostilidad por parte de la población árabe. La proclamación de independencia fue resultado, en buena parte, de los resentimientos creados en Europa por el Holocausto judío, y de hecho más de 250.000 supervivientes emigraron en poco tiempo al nuevo país.

Tras el anuncio de la retirada británica de Palestina, la Asamblea General de Naciones Unidas propuso en noviembre de 1947 la creación de dos Estados en la región, uno árabe y otro judío, y que Jerusalén quedase bajo administración de la ONU.


Ofensiva árabe

El rechazo de los árabes al Plan de Partición fue la antesala de una ofensiva conjunta de Egipto, Jordania, Siria e Irak -la llamada "Guerra de Independencia"-, inmediatamente posterior a la proclamación del Estado, que no sólo fue rechazada por Israel sino que le permitió aumentar en un 50% el territorio que le había asignado la ONU, incluida la parte occidental de Jerusalén. Como resultado de este conflicto, más de 700.000 árabes palestinos se vieron obligados a huir de sus tierras de origen.

En 1949, Ben Gurión fue nombrado primer ministro y el nuevo país ingresó en la ONU. En julio de 1950, Israel concedió la ciudadanía a todos los judíos residentes en el mundo y hacia finales de 1951 ya habían llegado al país casi 700.000 hombres, mujeres y niños. En sus primeros diez años de existencia, gracias a los préstamos de bancos norteamericanos, a las contribuciones de los judíos de la diáspora y a las reparaciones de Alemania, Israel duplicó su producción industrial y llevó a cabo una auténtica revolución agrícola.

En los años cincuenta, Israel se vio envuelto en nuevos conflictos armados con los países vecinos, fundamentalmente tras la llegada al poder en Egipto de Gamal Abdel Nasser. En 1956, durante la llamada Guerra de Suez con Egipto, el Estado hebreo ocupó la mayor parte de la península de Sinaí, pero la presión estadounidense y soviética le obligó a retirarse. Sinaí pasó bajo control de una fuerza de interposición de la ONU (UNEF).

A medida que Israel se consolidaba en la zona fue aumentando la resistencia de los palestinos -nombre genérico para referirse a los árabes musulmanes o cristianos que habitaban Palestina-, liderados por Yasir Arafat, quien en octubre de 1957 creó el movimiento Al Fatá en un intento por librarse de la tutela de Nasser.

La guerra de los Seis Días

En los diez años siguientes, Israel duplicó sus exportaciones, trasladó a Jerusalén la sede permanente del Parlamento (Knesset) e incrementó su peso regional como aliado estratégico de Estados Unidos.

Pero el viraje decisivo se produjo en 1967, en plena ''Guerra Fría''. Después de que Nasser exigiese la retirada de la UNEF, Israel se adelantó a los acontecimientos y lanzó un ataque relámpago el 5 de junio contra la coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Siria e Irak. Fue la llamada Guerra de los Seis Días, un auténtico "paseo militar" para Israel que le permitió ocupar posiciones estratégias y convertirse de país amenazado a país amenazante para el resto de Estados de la región.

El territorio bajo control de Israel pasó de 20.000 a 102.400 kilómetros cuadrados, con la ocupación de la península de Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán. Alrededor de 325.000 palestinos se vieron obligados a huir de sus tierras. El 23 de junio de ese año, pese a las protestas internacionales, el Parlamento israelí aprobó la anexión de la parte árabe de Jerusalén. En estas circunstancias, Arafat creó en 1968 la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

La segunda "Intifada"

Pese al optimismo inicial, los acontecimientos posteriores fueron decepcionantes. El colapso llegó en 2000, con el fracaso de las conversaciones de paz de Camp David y con el inicio, en septiembre, de la segunda ''Intifada'', que causó más de 4.500 muertos en cuatro años -en su inmensa mayoría palestinos- y que se vio agravada por el régimen de mano dura impuesto por el Gobierno de Ariel Sharon.

Desde entonces, a pesar del descenso de los atentados por parte de los grupos palestinos, la tensión sigue siendo muy alta, debido sobre todo a la construcción por parte de Israel del muro de separación de Cisjordania, a los nuevos planes de asentamientos, a las continuas ofensivas israelíes sobre la Franja de Gaza y a la ocupación militar de este territorio por parte de Hamás en junio de 2007.

Celebraciones por su aniversario

El Gobierno Israel ha destinado cerca de 40 millones de dólares para conmemorar su sexagésimo aniversario. El prestigioso pacifista y antiguo militar israelí Uri Avnery afirmó recientemente que su país sólo podrá recuperar su optimismo de 1948 poniendo fin a su "capítulo de expansión y asentamiento", reconciliándose con los palestinos y convirtiéndose "en un Estado pacífico, democrático y secular".

El pasado mes de febrero, el viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, advirtió a los palestinos de que provocarían un "holocausto" si no ponían fin al lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza. Vilnai utilizó ese día una palabra, ''holocausto" (''Shoah''), prácticamente vetada en Israel desde la Segunda Guerra Mundial.

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