Los datos son rotundos: no. La economía ha empeorado
El empleo. Es la clave de toda mejora económica. Ahora hay casi un millón de personas menos trabajando, según la Encuesta de Población Activa. Y 630.000 parados más que cuando Zapatero dejo La Moncloa. Y pese a ello, un 13% menos de parados que reciben alguna ayuda. El porcentaje de los que tienen algún tipo de prestación por desempleo ha bajado del 70% al 60%. La afiliación a la Seguridad Social es clave, porque de allí sale el dinero para el pago de las pensiones. El número de afiliados a la Seguridad Social ha descendido en 870.000 personas. Además, los salarios han bajado. No sólo han perdido poder adquisitivo. El salario medio en dinero efectivo es un 0,5 menos que en 2011.
Las exportaciones. Es de lo que el Gobierno más presume, por su buena marcha. En ellas están puestas todas las esperanzas para salir del hoyo. Este año van a crecer el 5,7% y se habla por ello de un nuevo modelo. Pues es esto se ha empeorado: al llegar Rajoy al Gobierno las exportaciones habían crecido más: el 7,6%. El Gobierno también insiste en la mejora de la competitividad. Sin embargo, un vistazo al índice de competitividad oficial, elaborado por la Secretaría de Estado de Comercio, revela que ha empeorado desde 2011, aunque ligeramente, respecto a la zona euro.
La inversión de las empresas y la producción industrial. La caída de la inversión de las empresas continúa. A un ritmo sólo algo superior a 2011. Entonces descendía el 6,4 por ciento y ahora el 6,6%. Pero como la bajada de la inversión se acumula trimestre a trimestre, resulta que desde que el Gobierno Rajoy ha caído un 11 por ciento. Algo parecido ocurre con la producción industrial. Desde 2011 acumula una bajada del 6,2%.
Venta en concesionarios y comercios. La venta de automóviles se también se ha señalado como ejemplo de la mejoría. Si comparamos con el momento antes de la llegada de Rajoy ahora se venden un 12% menos de coches. También les ha ido mal a los comercios, en estos dos años, las tiendas de todo tipo han visto caer sus ventas casi un 10%.
Menos crédito. Se reconoce como un problema que el crédito está parado, que no fluye. Pero esto no se sido igual todos los años. Ahora las entidades financieras están saneadas y el volumen de dinero en créditos nuevos de los bancos es mucho menor que en 2011. Con datos. El crédito nuevo a las empresas ha caído desde que gobierna Rajoy un 21%. Y a los hogares les ha ido peor aún: ha bajado un 27%.
El déficit y la deuda pública. Ha condicionado toda la economía, todas las prestaciones sociales. Ha supuesto un sacrificio para los ciudadanos por los recortes en sanidad, educación, dependencia, salario de los funcionarios y otras muchas cosas, acompañada de subidas del IRPF o el IVA. Y, pese al discurso oficial, no se han cumplido las expectativas. El déficit público representaba en 2011 el 9,6% del PIB. En 2012, último año completo para comparar, el déficit público fue del 10,6%. Fue mayor, pese a que el Gobierno presente otras cifras al restar el dinero que se ha gastado en asumir las pérdidas de los bancos nacionalizados. La Unión Europea lo tiene claro y lo computa como déficit. La deuda pública ha tenido una escalada claramente mayor. Ha pasado del 70% del Producto Interior Bruto al 92%.
Producto Interior Bruto. Resume toda la actividad económica del país. Cuando Rajoy llegó a La Moncloa, el PIB bajaba el 0,6%, ahora baja el 1,2%. En los dos años de Gobierno del PP el PIB ha caído el 2,5%.
La prima de riesgo. La diferencia entre el interés que paga España por su deuda y el que paga Alemania. Es lo único que se salva. Al ganar el PP las elecciones en 2011, estaba en 467 puntos. Ahora se sitúa en 237. Pero Rajoy también tuvo la mala fortuna de presidir el nivel más alto de la prima de riesgo. En julio del año pasado llegó a 637 puntos. Y fue después de aprobar los ajustes más duros para calmar a los mercados.
*Todos los datos están extraídos de organismo oficiales. Instituto Nacional de Estadística, Banco de España y Ministerio de Economía y Competitividad, con la excepción de los automóviles, extraídos de Anfac, la patronal del sector.
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