El pin pan pun, del pin parental de VOX

A principios del actual curso 2019/20, la propia Consejería de Educación de Murcia envió una serie de instrucciones a los centros educativos, donde ya se recogía esta cuestión de tener que informar a los padres de las actividades complementarias que se iban a realizar en los centros. Hace veinte o treinta años, quizá también por lo "caro" que resultaba hacer fotocopias, tan sólo se informaba a los padres, de forma genérica, de las actividades en que había que hacer una excursión, donde se cogía el autobús o había que aportar una pequeña cantidad de dinero, y los padres debían de firmar dicha autorización, rellenando los datos del nombre del alumno y progenitor, en la que se permitía a los hijos salir del centro escolar bajo la supervisión de los docentes. En la última década, a través de la herramienta del programa Plumier, ya incluso se permite que dichas autorizaciones estén personalizadas con el nombre del alumno en cuestión. Actualmente ya se dispone de varias aplicaciones móviles donde esto mismo se puede hacer de forma telemática y sin depender de que los alumnos hagan de carteros, pues siempre se corre el riesgo de pérdida u olvido de las autorizaciones en papel. Y evidentemente siempre hemos de contar con la casuística de cada familia, pues puede que sean unos padres implicados en el progreso de sus hijos, o por contra, puede que esto sea algo a lo que no le presten ninguna atención. Y lo cierto es que esto se nota en muchos aspectos.

Debido a la debilidad del gobierno de F. López Miras en la Asamblea Regional, donde cuenta con el apoyo de Ciudadanos, que forma parte de su gobierno, y de VOX, que le termina de dar los votos necesarios para aprobar sus medidas, el PP es rehén de este grupúscuclo formado por personas con ideas ciertamente retrógradas, que viene encauzando al gobierno regional hacia sus postulados más extremos, sin que en el PP puedan hacer nada por evitar esta deriva ideológica e institucional a la que nos están llevando como región.

La reciente polémica de la instauración vía normativa legal, por parte del gobierno regional del llamado "pin parental", ha hecho correr bastantes ríos de tinta, no sólo en los partidos de izquierda, sino también en los medios de comunicación y por supuesto entre los profesionales de la docencia. Así, desde VOX se ha exigido como contrapartida y por tanto podríamos decir que como "chantaje", para aprobar los presupuestos regionales, que este "pin parental" se instaure por ley en la Región de Murcia, donde desde VOX nos tienen como cobayas de esta nueva extrema derecha en la que quieren convertir de nuevo España, y la derecha presuntamente de centro, lejos de hacerle un "cordón sanitario", como se hace en el resto de países europeos, pacta con ellos y en consecuencia cada día les absorbe más y más.

Pin parental, "pin neardenthal" dicho por Gabriel Rufián, o "pin Abascal" dicho por Pablo Iglesias. Son ya varios los nombres por los que se ha hecho referencia a este permiso paternal para que desde las casas se controle y se vete lo que los hijos pueden y no pueden ver y escuchar en los centros educativos. Es decir, es censura educativa de la derecha, exigida por VOX y aceptada por el PP y Cs, y ya está, lo cual no se puede permitir.

Tras la Guerra Civil, en la dictadura hicieron purgas a los maestros no afines, y en los cines censuraban las escenas que no les parecían castas. Como ya no se puede hacer eso de nuevo, ahora quieren embarcar a los padres en una guerra sin sentido. Y este es un hecho que si bien en cierto modo ya se viene realizando desde principios de este curso 2019/20, ahora ha sido más divulgado por los medios de comunicación debido a las implicaciones políticas y las exigencias del partido VOX para que además se haga por ley. Para resumirlo, es como el bloqueo que pueden hacer los padres en los ordenadores para que no salgan determinados contenidos, pero aplicado a la escuela para que no escuchen determinadas explicaciones que a ellos no les interesen que escuchen. Para entendernos: Como ya lo hacen en la privada y concertada, ahora también quieren educación a la carta en la escuela pública.
Dirigente de VOX explicando su visión del pin parental para el futuro
Dirigente de VOX explicando su visión del pin parental para el futuro

La derecha política de España viene metiendo miedo desde hace ya varios años con aquello de que "España se rompe", y que se rompe porque hay 17 autonomías y en temas como la educación y la sanidad cada una tiene una normativa y hacen lo que quieren. No es cierto, pero eso a quién le importa. También "se rompe" porque los independentistas quieren "salirse de España" como el Reino Unido de la Unión Europea. Y de esta cuestión, que no puede hacerse hoy por hoy, por lo tanto esto es hablar de una quimera, sin embargo no deja de hablarse como si fuera un peligro real, por muchos independentistas que haya en Cataluña, por cierto surgidos después de que el gobierno de Rajoy recurriera el Estatut catalán. Y he aquí que ahora viene precisamente VOX, adalid de la unidad nacional, a "romper España" con el tema de la educación, y a poner en pie de guerra a docentes, familias, políticos y demás. Lo decía muy claramente la periodista Pepa Bueno este viernes 17 de enero, al señalar que "Vox consigue convertir anécdotas en categorías y basándose en ellas arrastra a PP y Cs a pretender que los padres censuren la educación obligatoria de nuestro país". Y efectivamente no deja de ser curioso querer que la educación sea diferente en cada Comunidad Autónoma, salvo que su objetivo final sea precisamente implantar estas medidas en toda España cuando gobiernen o "manejen" a otros gobiernos.

MIKY Y DUARTE
MIKY Y DUARTE

Y es que tras conocerse estas medidas decididas por el gobierno regional de Murcia, el gobierno de España anunció que llevaría a los tribunales este asunto, pues socava claramente el derecho de los niños a ser educados, recogidos en tratados internacional suscritos por España, como la Convención de los Derechos del Niño, la Declaración Universal de los Derechos Humanos o el Memorándum de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia. El magistrado Joaquim Bosch, miembro de Jueces y juezas para la democracia lo tiene muy claro: «los derechos de los menores están por encima de todo» y responden a «un interés superior». «Algunos padres creen que puede hacer lo que quieran con sus hijos o confunden sus derechos con los de los menores, pero eso no es así».

Hay gente que, debido al desconocimiento de las cosas, se ríe de lo dicho por la sra. Ministra de Educación, Dña. Isabel Celáa, respecto de que "no podemos pensar de ninguna de las maneras que los los hijos pertenecen a los padres". 


Y además también hay dirigentes políticos como el presidente de la Reg. de Murcia, sr. F. López Miras, y de asociaciones religiosas como la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA) que ponen en duda lo anterior, reivindicando lo contrario, es decir, que los padres son los que tienen el derecho a controlar la educación de sus hijos.



Y ante este desconocimiento de la realidad legal, hay que responder que efectivamente esto es así, pues los padres tienen la responsabilidad de cuidarles de manera temporal, pues los niños en realidad son ciudadanos de pleno derecho de la sociedad y tienen, por tanto, el derecho a que ésta vele por sus intereses, aún en contra de la opinión de sus padres. Así lo dijo el Papa Francisco, en el Angelus del 31 de diciembre de 2017, y así lo han recordado muchos usuarios recuperando aquella intervención. "Los padres son custodios de la vida de los hijos, pero no propietarios y deben ayudarlos a crecer, a madurar".



El juez de menores más famoso de España, D. Emilio Calatayud, no termina de tener clara la situación, pues si los hijos son fruto de la relación de sus padres, y han de velar y responder por ellos, pero no son de su propiedad, sino que la educación es responsabilidad del Estado, pero el Estado no se responsabiliza si hacen algo malo, concluye que los hijos son de Dios. Personalmente, considero que ha puesto un huevo el señor magistrado, pues que se sepa, supuestamente Dios no ha venido a reclamar a nadie de "sus hijos" hasta que le llega la hora de su muerte, en consecuencia, mientras tanto, lo más oportuno parece que es lo que dice el Papa.

Los padres pueden pensar como mejor consideren, pues son dueños de sí mismos, pero aunque puedan inculcar en sus hijos su forma de pensar, en la escuela se les debe de formar de forma integral y completa, para que conozcan todas las realidades y luego ya tendrán capacidad de discernimiento y eligirán su propia forma de ser y pensar. Impedir y bloquear el conocimiento de todas las realidades, por rechazo, temor u odio a las mismas, lo único que puede conseguir es la deficiente formación de los jóvenes, y que sólo derive en personas radicalmente alejadas de lo comúnmente aceptado por la sociedad civilizada.

Para el PP, VOX y demás personas que opinen así, los fetos no pertenecen a las madres, sino que son independientes de la madre, por lo que tienen derecho a la vida. Sin embargo cuando nacen pasan a ser potestad de los padres y ya son ellos los que tienen derecho a decidir. Cuando menos es curiosa la concepción liberal del asunto. Siendo fetos, dado que no pueden defenderse, la sociedad ha de velar por ellos, pero cuando ya han nacido, ya no les importan y que los padres se ocupen de ellos, que para eso son suyos.

El ex Consejero de Cultura del gobierno del PP con Valcárcel, Pedro A. Cruz, escribía en el diario La verdad el día 19 de enero esta carta, donde como padre que es, expresaba su opinión al respecto de esta medida del pin parental que califica de cavernaria.

Los Simpsons, verdaderos videntes de la sociedad, ya adelantaron hace tiempo, en concreto el primero el 7 de mayo de 1992, hace 28 años, y ya adivinaron cuál iba a ser nuestra actualidad relacionada con estas clases complementarias de educación sexual, y el hecho de que los padres sean "dueños" de sus hijos, y lo ridículo que es.


Si siguiéramos el absurdo criterio de esta medida, es decir, si la sociedad tuviera que plegarse en todo a lo que dicen en este caso unos padres, podríamos encontrarnos con situaciones, que de hecho ya se han dado, por ejemplo de un niño en Zaragoza en 2014que necesitaba una transfusión de sangre, o una niña en Italia que tuvo que intervenir un juez para que le hicieran la transfusión pues los padres se oponían, o una señora de nuevo en Italia también en septiembre de 2019 (aunque en este caso podríamos pensar que fue su propia voluntad consigo misma), y debido a las creencias religiosas de abstenerse de la sangre, no lo permiten, y la persona finalmente muere. ¿Qué puede llegar a opinar la sociedad de unas personas así? Si tú eres capaz de pensar que esos niños no tienen por qué no recibir esa transfusión de sangre que les salvará su vida, sólo porque lo digan sus padres, entiendes perfectamente el concepto de que "los hijos no les pertenecen a los padres".

No hace tantos días, el diputado autonómico de Ciudadanos, Juanjo Molina, explicaba perfectamente lo ilógico que era el "pin parental", pues podría suponer que a base de vetos paternos, un niño de familia muy católica y practicante, saliera de un colegio sin haber oído hablar de la teoría de la evolución de Darwin (algo que de hecho ha ocurrido no hace tantos años en diversos estados de EEUU y de hecho siguen en ello actualmente). Sin embargo, en C's ya sabemos que un día opinan una cosa y al día siguiente la contraria, y lo mismo dicen que están en contra, que apoyan los presupuestos del PP y transigen con el pin que al día siguiente dicen que no lo apoyan. Cualquiera se fía.

Y efectivamente así es. Para quienes piensan así, les recomiendo leer este artículo, publicado ayer viernes 17 por la abogada Violeta Assiego en Eldiario.es. En este artículo, titulado "Los hijos no pertenecen a nadie, tampoco a los padres", (del cual como se suele decir, yo no quitaría ni una coma) se explica que la "patria potestad" del "pater familias" de los tiempos de los romanos, se acabó hace ya algunos años, cuando España ratificó la "Declaración de los derechos humanos" y la "Convención de los Derechos del niño". Así, desde entonces, está por encima el derecho de los niños a ser educados, que lo que pueda considerar un padre al respecto, razón por la que se entiende que el "pin parental" socava el derecho a la educación de los alumnos, además de que ejerce una censura previa y una merma a la confianza en los profesionales de la educación y la autonomía de los centros.


Las competencias para establecer el currículum pedagógico son de los propios centros educativos. Las actividades previstas realizar se aprueban al principio de curso en la PGA por el Claustro de profesores y posteriormente en el Consejo Escolar, donde además de los profesores, está representada la administración pública y los padres (y a los cuales por cierto la ley educativa del PP -LOMCE- quitó competencias en favor de la administración), por lo que si así lo desean pueden tener la información que consideren oportuna, ya sea a través de estos representantes o incluso del AMPA (si existe). Y además, posteriormente la Inspección educativa revisa dichos documentos para ver si se adaptan a las leyes y decretos correspondientes y por tanto si son viables pedagógica y curricularmente hablando o no.

Bajo la excusa de poder controlar lo que aprenden los niños, la extrema derecha quiere hacer como que quiere dar un poder a los padres, para controlar ellos lo que aprenden sus hijos. Los hijos de la gente de la extrema derecha ya controla lo que aprenden sus hijos, porque los llevan a colegios de pago. Sin embargo quieren hacer creer a los demás que también se puede hacer en la pública, la de todos, y en eso efectivamente la derecha siempre gana, en conseguir que los demás hablemos de ellos y lo que quieren. Pero nada más lejos de la realidad. Una norma autonómica que supuestamente aprobara el PP, no puede ir contra una ley orgánica como es la ley educativa, una ley, la ley Wert, la LOMCE, y los decretos autonómicos que la desarrollan en cada CCAA, que fue precisamente aprobada por el PP, y en la que entre otras muchas cosas, precisamente se habla de lo que no quieren que los niños oigan hablar, es decir: "Valorar y respetar la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades entre ellos. Rechazar la discriminación de las personas por razón de sexo o por cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Rechazar los estereotipos que supongan discriminación entre hombres y mujeres, así como cualquier manifestación de violencia contra la mujer". Es decir, que o en VOX están desquiciados perdidos, o en VOX se están riendo de todos nosotros viendo como discutimos por su ocurrencia, al exigir que se cumpla una cosa que saben que es ilegal, o nos están despistando para hacer algo peor.

Conocidas las posturas, parece medio claro que esta absurda y trasnochada petición no saldrá adelante, pues el gobierno de España lo tiene previsto recurrir. Pero si así fuera y se llevara a cabo, no sólo se abriría las puertas a una injerencia de este partido y sus ideas en la institución escolar, en definitiva en nuestra sociedad, sino que serviría de motivación para seguir queriendo bloquear cualquier tipo de aprendizaje y en definitiva controlarlo todo, como ya intentaron hace unos días desde VOX de Baleares, queriendo acceder a inspeccionar los centros en horario docente, lo cual desde la Consejería se denegó, aunque se les ha permitido en horario no lectivo y junto con un inspector.

¿Alguien se imagina que algo así pudiera llegar a ocurrir porque un padre "permite" que su hijo no aprenda determinado contenido curricular? ¿Podría salir un alumno de la escuela sin saber por ejemplo realizar operaciones donde se use el MCD? Parece que no ¿verdad? 

@Sanson__

¿Alguien se imagina que unos padres de VOX se opusieran a que sus hijos estuvieran en clase cuando se explicara la II República? ¿Y que también se les eximiera de examinarse? ¿Alguien se imagina a unos padres independentistas catalanes o vascos prohibiendo que su hijo estuviera en clase cuando se diera el tema de la Constitución española o que participara en las actividades que se organizan en tal fecha? Y sin embargo ya se ha visto que como en EEUU, si dejamos que la política y las decisiones parentales controlen lo que se enseña y lo que no, tal como ha denunciado Amnistía Internacional, sí que podría salir sin saber quién era Darwin. Como también podría salir sin saber quiénes eran los dioses griegos y romanos, porque sus padres son muy católicos y para ellos no hay más que un solo Dios y Jesús su hijo unigénito. O podría salirse de las clases cuando se explicara la formación del planeta porque se dijera que tiene forma esférica (en realidad de geoide) porque en su familia son terraplanistas. Sí, nos reímos de los terraplanistas, pero alguno hay suelto por ahí, y la sociedad no puede permitir que haya gente que defienda postulados científicamente inverosímiles.  Pues imaginemos que fuera así con todos los temas polémicos.

En los centros educativos ningún profesor dice que los alumnos tengan que creer en esto o lo otro, sino que los conocimientos están ahí, la historia está ahí para saberla, conocerla y valorarla. Al final, los alumnos serán luego adolescentes y adultos que pensarán cada uno de una manera diferente. Nadie va adoctrinando a los alumnos. Sencillamente la escuela forma ciudadanos para el futuro. Los sindicatos docentes lo tienen claro, y por eso denuncian que el "pin parental" es ilegal.

En VOX defienden que se den subvenciones a cuestiones como la enseñanza de la tauromaquia, la caza de animales, así como también la natalidad, y que esto se explique en las escuelas, pues el hecho de ver morir a un animal se ve que lo consideran algo que te hace más español o algo así. De hecho ya lo han conseguido en Andalucía, donde el PP está en la misma situación de minoría parlamentaria que en Murcia.
Si este "pin" se instaurara realmente ¿podrían los padres no autorizar que sus hijos estuvieran presentes en dichas charlas o cuando se hablara de eso? Si según VOX, los hijos se pueden ver influenciados si van a charlas de divulgación donde entre otras cuestiones se explica la realidad de la existencia de personas que tienen relaciones socioafectivas de tipo homosexual, si las charlas fueran sobre tauromaquia ¿dónde podríamos llegar? Hace un año, en enero de 2019, el ganadero taurino Victorino Martín intervino en el Senado, para obviamente defender sus posturas e ir contra las de defensa de los derechos de los animales. ¿Alguien piensa que los niños podrían llegar a matarse entre sí como se mata un toro?

@BeVergara

En cualquier caso, sea como se quiera que se informe a los padres ¿qué hacemos con los alumnos que actualmente, hoy ya, no han traído la autorización o sus padres no han respondido afirmativamente?. Esto mismo se preguntaba la presidenta de la asociación de directores de centros de Infantil y Primaria de la Región de Murcia, Mariola Sanz. hace unos meses, en su centro, el CEIP Nuestra Sra. de los Ángeles de El Esparragal (Murcia), llevaron a cabo una actividad complementaria que era una "charla sobre reciclaje", y conforme a las instrucciones de la Consejería, informaron previamente a los padres para pedir su consentimiento. Dado que ocho alumnos no devolvieron la autorización firmada, se tuvieron que quedar fuera sin escuchar la charla. Y es que aunque a última hora los docentes se pueden esforzar por tratar de ponerse en contacto con los padres vía telefónica para informarles por si no lo han visto o no se han enterado, a fin de que les autoricen, evidentemente esto no puede ser siempre la solución, y "en teoría", de no localizarles, si no cuentan con la autorización, tiempo han tenido, como el resto de compañeros, y aunque nos duela, hay que llevarlos a otra dependencia y no escuchar la charla, con un profesor para que esté con ellos ese tiempo, o bien dejarles sin hacer la excursión y han de quedarse en el centro haciendo deberes en otra clase, con lo cual, se trastocan las previsiones, cuando no habría porqué hacer esto.
Este tipo de situaciones se pueden entender en casos en que las familias son de origen musulmán y que la actividad trate sobre una excursión a una parroquia cercana para cantar villancicos, o se trate de visitar la Catedral por dentro, y los padres "parece" lógico que se opongan (aunque cualquiera pueda pensar que no van a rezar, sino simplemente a aprender cuestiones arquitectónicas y artísticas). Y sin embargo, los padres están en su derecho, como lo están también para elegir que no den religión católica por considerar que es contraria a sus creencias.

Esto es lo que querrían en VOX que hicieran algunos padres con sus hijos, cuando los maestros empezaran a hablar de cosas que no les interesa que sepan.
El "pin parental" no nos engañemos, se disfraza con piel de dotar a las familias de una potestad de poder elegir qué es lo que han de aprender sus hijos, pero en realidad lo que esconde es el evitar que se den charlas en las que se hable de los grandes enemigos ideológicos de VOX, que son la violencia de género, las relaciones de tipo LGTBIQ+ y todo lo relacionado con las relaciones sexuales, véase embarazo y aborto. El periodista Jesús Cintora lo explica muy bien cuando dice que "un curso que explique la diversidad sexual a un niño no le incita a la "zoofilia", ni a ser lascivo, picaflor o chorradas varias que tenemos que oír. Ni esos talleres son así, ni determinan orientaciones o conductas". Es decir, que la señora Rocío Monasterio sí puede realizar y firmar planos de obras, con un falso visado del Colegio de Aparejadores, lo cual hizo hasta 2016, pero una persona que conoce un tema, pero no es docente, como un policía conoce las señales de tráfico o una cocinera sabe hacer un plato culinario, dado que no son profesores, no pueden dar una charla acompañado de un profesor del centro, salvo que los padres lo autoricen. ¿Y la autorización de la señora Monasterio para firmar planos y cobrar por ello dónde está?.

Barbaridades dialécticas como esta del señor eurodiputado de VOX Hermann Tertsch, son las que en realidad le preocupan a estas personas metidas a políticos. Burradas que saben que no van a pasar en la vida, pero con las que juegan impunemente metiendo el miedo en la población con aviesas intenciones.

Las leyes que tenemos actualmente, la ley de igualdad, la ley de plazos para poder abortar, y la ley de matrimonios homosexuales, no obligan a nadie a que aborte, como tampoco obligan a nadie a casarse con quien no quiere. Sencillamente estas leyes están para quienes las necesitan, para poder hacer uso de ellas y que no les metan en la cárcel por ello, como igual pasaba hace 50 años o más, que posiblemente es lo que esta gente querría que volviera a pasar.

En países como Alemania, tienen muy claro este asunto de la educación sexual, y no son tan mojigatos como en España. En Alemania, que la tomamos como modelo para otras cuestiones como la economía, se dan clases de educación sexual desde la educación Primaria, lo cual contribuye a un mayor uso de píldoras anticonceptivas y del uso del condón, y por ende hay un menor número de enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados. Es más, se ha llegado a condenar a padres a ir a la cárcel por oponerse a que sus hijos estén en estas clases, a las que han de ir, por ser obligatorias. Sin embargo aquí nos dedicamos a reprimir y a poner un número pin a los niños, para que no se escandalicen, y como la cabra tira al monte, luego ahí tenemos la cifra de embarazos precoces.

Por nadie pase que unos jóvenes que están saliendo, tengan un desliz y la chica se quede en estado. Pero mejor que si eso ocurre, sepan cómo reaccionar a tiempo e impedirlo antes, y evitar disgustos y males mayores. Siempre será mejor eso que derogar la ley de aborto y tener que pagarle una estancia en Londres para un curso intensivo de inglés a la niña. Quien lo pueda pagar. Ya está bien de hipocresías. Los avances y los derechos lo son para todos. Ya salimos de la España en blanco y negro hace mucho. Aunque en VOX se empeñen en lo contrario, el tiempo va hacia adelante no hacia atrás. Ya está bien de meter miedo a la gente y de querer coaccionar a los docentes también con purgas. En VOX quieren vivir en el año 1940 eternamente, y llevarnos con ellos en ese viaje al pasado. O en otras remotas épocas como la conquista de Granada o la España del Cid. Pero cualquiera con dos dedos de frente que haya estudiado algo y haya abierto un libro, sabe que la realidad de dichas épocas no es como ellos nos la pintan. Pero eso no importa, qué más da si quien lo oye tampoco le importa. Lo que importa es el fomento de la natalidad y reproducirse.

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