En esta ocasión, voy a hacer una entrada de una película, que ya hacía muchos años que no lo hacía. Y lo voy a hacer de la película de Netflix "Don't look up" que en español se traduce como "No mires arriba". Para entender el título, hay que ver la película, porque si no, no se entiende bien. Y hace referencia a los políticos que lanzan consignas para que la gente no mire algo que es bastante evidente. En el caso de esta película, un cometa, el cual supone un peligro muy evidente, y hay políticos que no quieren que la gente lo vea y cunda el pánico.
También podría entenderse el título, haciendo referencia a que desde Galileo, que fue el primero en mirar al cielo (en los tiempos modernos) con su telescopio, el hombre no ha dejado de mirar hacia arriba. De hecho, fue perseguido y condenado por la Inquisición, por la divulgación de sus teorías, que no casaban con la concepción que se tenía entonces del mundo.
Nuestra sociedad actual, lejos de mirar hacia arriba, mira más bien hacia abajo, a su móvil, el cual le proporciona la información que desea en cada momento. Las redes sociales nos inundan con sus mensajes, frecuentemente llenos de noticias que no son realmente importantes, y olvidamos lo que verdaderamente está pasando.
El género de las películas de desastres y cataclismos de cosas que pasan en el planeta y suelen venir de fuera, gusta siempre al público (véase "Independence Day", "el día de mañana", o "2012", que para mi gusto no terminó de explicar nada bien la teoría sobre de qué iba todo aquello realmente). Pues ahora tenemos otra más o menos de lo mismo, pero con un meteorito de protagonista, como en "Armagedón".
En el caso de esta película, dos astrónomos, Randall Mindy, interpretado por el muy conocido Leonardo DiCaprio y su ayudante, la doctora Kate Dibiansky, interpretada por Jennifer Lawrence (para quien no le suene, es la protagonista de "Los juegos del hambre", "Passengers" y también interpreta a Mística en la saga de los "X-Men"), descubren un asteroide que va a chocar en unos seis meses con el planeta Tierra, y consideran que tienen que advertir a las autoridades y al mundo entero para que hagan algo.
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¿Pero acaso se puede hacer algo cuando es así de inevitable? ¿Interesa a los políticos informar de algo así de catastrófico a la sociedad? Pues eso es lo que quizá nos podríamos pensar, pero la película toma otros derroteros más increíblemente cáusticos.
Cuando vi el tráiler, lo primero que pensé, fue que, pese a actuar unos conocidos actores, debido a la temática, la gente no se la iba a tomar en serio. De hecho, la película va precisamente de eso, de que no les toman en serio cuando van a hablar con el gobierno y los medios de comunicación.
Pero en los siguientes días, vi que había mucha gente que no paraba de hablar de la película, -y no por el tema del meteorito en sí, al que digamos que pese a estar ahí todo el tiempo, lo dejaban como algo secundario de la película, y que en todo caso, en verdad, eso no sería sino la excusa (o la razón, por ser un tema supuestamente improbable de que ocurra), para tratar de satirizar otros temas más conocidos por nuestra sociedad actual que son en lo que sí que quieren que pensemos, no ya el cambio climático (como dijo el propio actor Leonardo DiCaprio, que es algo que parece que no termina de cuajar en EEUU), sino la pandemia, lo cual es algo que todos tenemos en la cabeza, y de lo cual podemos hacer correlación mental al verla, pero que sin embargo no se cita en la película. Así, los protagonistas ridiculizan el papel del gobierno, los medios de comunicación, las empresas tecnológicas y sus estudios de los algoritmos de las redes sociales con el exceso de consumo de información, y de los humanos en general, cada vez más estúpidos.
COMUNICADO OFICIAL: Empiezan las negociaciones con Susanna Griso para interpretar el papel de Cate Blanchett en la versión española de #NoMiresArriba pic.twitter.com/ye5vn9URIa
— Netflix España (@NetflixES) December 28, 2021
Quizá debido a estas razones, o quizá gracias al renombre de los intérpretes, no sólo consiguió ser de las películas más vistas en Netflix en las pocas horas de colgarse, sino que al haberse estrenado también en cines, ya hablan de ella como seria candidata a alguna estatuilla dorada.
Y es que el coste de la película, 200 millones de dólares, que a nosotros nos puede parecer una barbaridad, y lo es, para Netflix son migajas, pues por ejemplo su presupuesto para todo 2022 será de 17.000 millones de dólares, con lo cual, yo al menos no me preocupo, y ellos tampoco.
Incluso el crítico de cine de El País, Carlos Boyero, hizo una crítica bastante desafortunada y negativa de la película, diciendo que era "un aburrimiento sin gracia", de la que al poco de verla, ya no recordaba casi nada de lo que ocurría. Y claro, pues le han llovido palos por todas partes de los lectores, diciendo que ya está quemado de ver tanta película, y que lo echen y pongan a otra persona más joven.
¿Pero puede un meteorito de unos 10 km destruir la Tierra? En este artículo de Spanish Revolution explican la diferencia entre cometa, asteroide, meteoro, meteoroides y meteorito. El divulgador Neil deGrasse, calificó a la película más como documental que una comedia, precisamente por sus descripciones acerca de los programas de noticias, de entrevistas, redes sociales y política.
En la película, obviamente (porque ahí sí que se trata el tema del meteorito), se le compara con el que hace 65 millones de años, acabó no sólo con los dinosaurios, sino con 3/4 partes de las plantas y animales que había en el planeta, y que dio por finalizado el periodo del Cretácico Paleógeno (Terciario). Dicho meteorito, colisionó junto a la península del Yucatán, en el Golfo de México, y dejó el cráter denominado Chicxulub. Pero el golpe en sí no fue el gran problema, sino toda la cantidad de polvo que levantó, los volcanes que entraron en erupción, y toda la atmósfera que se oscureció y provocó no poder hacer las plantas la fotosíntesis y por tanto morir de hambre los dinosaurios. Dicho meteorito se estima que medía unos 11 kilómetros, y tras la erosión por la fricción al entrar a la atmósfera, el cráter que dejó (bajo el mar) mide 180 km de diámetro, que para hacernos una idea, es algo más de la distancia que hay de Oviedo a Bilbao, de Sevilla a Málaga, o un poco menos que la de Alicante a Valencia.
También hubo otro, hace 250 millones de años, que provocó la extinción masiva del Pérmico-Triásico, acabando con el 95% de las especies que había entonces. Todo esto nos da una idea de la gran diversidad de vida que debió de haber en un inicio, y que entre los meteoritos, la contaminación y la masacre humana, han desaparecido.
Podríamos pensar que algo así no va a volver a ocurrir, pero nos estaríamos engañando. cada año caen aproximadamente 17.000 meteoritos en el planeta Tierra (sólo contando los fragmento de más de 50 gramos). Sin embargo, los "asteroides potencialmente peligrosos" (o PHA por sus siglas en inglés) también conocidos como "apolo", son aquellos cuya distancia orbital con la terrestre es de 0,05 ua o menor, y su magnitud absoluta es de 22 o más brillante, por lo que es más infrecuente que supongan un problema.
En 2013 por ejemplo cayó un meteorito en Rusia, el conocido como bólido de Cheliábinsk, explotó a 20.000 metros de altura, y sin embargo, debido a que rompió la velocidad del sonido, afectó a 1.491 personas, que tuvieron que ser atendidas.
En cuanto a los meteoritos que están "controlados" y cuyo paso o choque en La Tierra se espera en los próximos años están el "2009 JF1" para el 22 de mayo de 2022, el "Apophis" que rozará la Tierra en 2029 y 2068, y el "Bennu", de 500 metros de diámetro en 2.135, aunque esto parece que no va a ser un problema para nosotros.
Como es él mismo el autor, él también habla de este mismo asunto en otros libros suyos, como los últimos de la saga de Caballo de Troya, en concreto creo recordar que el volumen 8 de Jordán, así como el último de "El Diario de Eliseo". [PINCHAR PARA COMPRAR EN AMAZON]
Y ahora el lector de estas líneas estará pensando... ¿Y qué es real y qué es ficción de todo esto? Pues podrá resultar casualidad o no, pero la NASA tiene preparado un ejercicio de simulacro de choque de un asteroide con la Tierra, casualmente en dicho año 2027, el 29 de abril. Y ya sabemos que los EE.UU. son muy de hacer coincidir cosas, como el simulacro de atentado con choque de avión en el WTC el 11S de 2001.
En los últimos meses, hemos oído hablar de la misión DART de la NASA, que es el primer intento de alterar al órbita de un meteorito. Para ello, la NASA envió en noviembre un satélite al objeto de chocarse con el meteorito llamado Dídymo, que se llama así porque son dos, supuestamente muy parecidos (en griego quiere decir gemelo), pero lo cierto es que tiene 700 metros de diámetro, y el otro -Dimorfos- sólo mide unos 100 metros de lado a lado. Este choque tendrá lugar en octubre de 2022, y desde la Tierra estaremos expectantes para ver si consigue algo o no.
Ya he comentado anteriormente la película "Armagedón" (1998) [PINCHAR PARA COMPRAR EN AMAZON] nos hablaba de este asunto de que un meteorito chocara con la Tierra, pero el bueno de Bruce Willis se sacrificó por toda la humanidad. Obviamente era una película y además científicamente tenía mil errores, porque ese meteorito era increíblemente gigante y con esa bomba ni le habría hecho realmente una caricia.
Si sigues leyendo a partir de aquí, luego no te quejes, que yo avisé.
Sin embargo, y entrando ya en la película en sí, hay que saber que el guionista, Adam McKay, empezó a escribir la historia, sobre el cambio climático, antes de la pandemia, pero viendo lo que estaba ocurriendo en realidad en su país y el mundo, y cómo se trataba el problema por parte de Trump y los medios de comunicación, minimizando los riesgos y ninguneando a los virólogos, incluso recomendando una inyección de desinfectante, vio que le estaban haciendo realidad las consecuencias de lo que él estaba escribiendo en ese guion. Por esta razón, decidió llamar al resto del equipo y se decidieron a llevarla a cabo, cambiando el tema del cambio climático por el de un meteorito, que es algo que la sociedad no entiende, y dejando las mismas críticas al gobierno republicano.
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Finalmente van consiguiendo que se les haga caso, pero se les trata de locos y de querer acabar ellos con el mundo. Una vez que el gobierno ha confirmado los datos, encabeza un proyecto para destruir el meteorito, pero cuando ya estaban de camino, surge la figura del magnate de la tecnología, una especie de personaje que por cómo se le presenta, representaría una suerte de mezcla entre el difunto Steve Jobs (Apple) y Elon Musk (Tesla), pues controla la fabricación de los dispositivos móviles y las naves espaciales (SpaceX). Este es un individuo que por haber hecho grandes donaciones a la campaña de la presidenta, tiene el privilegio de entrar en la sala de lanzamiento e incluso paralizar el proyecto oficial, para imponer el suyo, que sólo pretende explotar de forma controlada el meteorito pero para conseguir los minerales que tiene en su interior, a fin de poder ganar miles de millones y ser aún más ricos, creando más empleos y acabando con los problemas del mundo. ¿Suena muy irreal como para ser verdad? Pues la NASA tiene previsto lanzar en agosto de 2022 una sonda hasta el asteroide Psyche rico en metales, precisamente para eso. Las críticas que lanza el protagonista, en el sentido de "para qué nos van a servir tantos millones si vamos a estar muertos" increíblemente parecen no tener ningún efecto en nadie, y no son escuchadas, con lo cual aquí vemos efectivamente la victoria de la estupidez por encima de la ciencia. ¿Qué importa que los cálculos para romper el meteorito y llevar los trozos al Pacífico no estén comprobados por otras personas externas? Importa lo que diga la empresa amiga, aunque ello conlleve la extinción de la especie humana por incompetentes. Y esta sensación de frustración es la que se busca que se tenga.
Mientras tanto, la gente real, es la que está en la calle, la que oye hablar a la protagonista y le pregunta, y ésta le dice que habla de un videojuego, para no asustarla, pero días más tarde en un bar, tiene que decirlo y gritar lo que pasa realmente. Cunde el pánico entre la población y se suceden los atracos y los alunizajes en las tiendas para robar. La gente corre desquiciada de un sitio a otro. Las familias tienen miedo por sus hijos pequeños, que están preocupados y no saben qué va a pasar. Y ellos sólo pueden decir: ¡¡¡VAMOS A MORIR TODOS!!!
Incluso la protagonista, la doctora Dibiansky, después de hablar en el bar asustando a todos los presentes, tiene que firmar unos documentos en los que dice que no volverá a hablar del tema y poder así volver a su casa y olvidarse de esto oficialmente, lo cual a ella a estas alturas ya le daba igual (son curiosos estos burócratas norteamericanos, la burocracia ante todo aunque vaya a morir todo quisqui en unas horas), y al llegar a casa es rechazada por su familia, que no la dejan entrar, porque sus padres prefieren creer y apoyar a la empresa BASH que ha prometido crear empleos con los minerales. ¿Estúpidos? ¿Idiotas integrales?
El tono general de la película (dentro de lo que es esta gran estupidez que atonta a todo el que tiene algún tipo de poder), es muy fresco y divertido, con algunos toques de humor negro, y quizá de ahí su éxito. Porque por un lado apena y frustra la situación de los dos protagonistas, ninguneados por decir la verdad y contar al mundo la gran corrupción e incompetencia del gobierno, que sigue empeñado en que la gente no vea la realidad, y por otro seguro que hay quien se pone del lado del meteorito para que acabe ya con tanta gente tan tonta y dañina que pulula por el planeta.
En las escenas post créditos, se puede ver al hijo de la presidenta, al cual se dejó olvidado, que sale de las ruinas y pone un mensaje en una red para que le den likes, y en otro corte, a los que huyeron en la nave, que ha aterrizado 22.740 años después de salir en otro planeta, y los pasajeros han despertado de la crionización, pero son comidos por los animales salvajes de dicho planeta.
Conclusión: Esto es sólo una película, pero también es un aviso al espectador, porque vista la experiencia que hemos tenido con una administración Trump gestionando la pandemia vírica, hemos de ser más juiciosos a la hora de elegir a nuestros dirigentes, para no dejarnos influenciar por sus cantos de sirena y sus mentiras, su manifiesta estupidez e incompetencia para manejar los asuntos importantes que nos atañen. Y es es un aviso a todos, ciudadanos y dirigentes, para tener todo esto en cuenta, en caso de que llegara un meteorito de verdad.
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